Si bien el comunismo blanchotiano suele asociarse al ‘comunismo de escritura’, hay otra relación que se da en ese estar-con lo que se lee: la danza entre las palabras del otro, un proceso de inquietud que no es regido por la intencionalidad hermenéutica ni por la devoción cuasi-religiosa. Leer es una “danza apasionada con la tumba” si por ello se indica esa oscuridad de lo que insiste en disimularse, si no se hace para resucitar al muerto sino que es un modo de oír el llamado que aflora de la piedra sepulcral: leer es entregarse al frenesí de una relación sin término. Se discierne así un modo del estar-con que lejos de hacer imperar la voluntad de reunir, de ligar, de ordenar, es regido por la relación sin relación del estar uno junto a otro, a la espera de un encuentro incalculable y en el olvido de todo fin último. Bajo la presión de estas indicaciones de la obra blanchotiana parece emerger un modo de lo común que exploro en tanto comunidad de vida impersonal.
Palabras clave: Blanchot / comunidad / impersonal / lectura